El conocimiento en general, es un elemento fundamental, que permite al ser humano unirse y entender el entorno que representa el mundo cotidiano, con todas sus aristas; algunas más profundas que otras, pero al fin de cuentas se presenta como una herramienta dentro del sinfín que el ser humano puede ir desarrollando a lo largo de su propio desarrollo. Lo anterior, se presenta como algo casi indudable para la gran mayoría de las personas, pero, ¿qué pasa, cuándo dicha herramienta se limita exclusivamente aquellas informaciones que obtenemos de las redes sociales sin mayor fundamento, o “influencers” que por ganarse un “like” presentan contenidos poco confiables o totalmente disparatados? Esta pregunta puede ser fácilmente respondida, los datos que obtenemos no son adecuados, no brindan confiablidad o por lo menos esperanza de comprender realmente cómo funciona el mundo real.

Lo que describo en esta pequeña aportación, es desafortunadamente, la cotidianidad de muchas personas, jóvenes, adultos, niños, o alguien que quizás conoces. La única manera de conectar con la realidad y entender como funciona el mundo es tener las herramientas adecuadas, aquellas que nos aporta la lógica, la ciencia; y una de esas ciencias que te puede brindar dichas herramientas, son las ciencias jurídicas.

Podría parecer que no son tan importantes, pero en verdad lo son, puesto que nos permiten entender, en virtud de qué nuestras autoridades realizan tal o cual acción de la administración, o por qué debemos pagar impuestos, o por qué no podemos hacer algo en particular sí se supone que tenemos “libertades” o “derechos” … No podemos ejercitar nuestros derechos, cuando no los conocemos, es más ¿cómo podríamos extrañar algo que no alcanzamos a comprender?

Las ciencias jurídicas, la ciencia del Derecho, te permitirá entender el alcance de los actos de las autoridades, cómo te afectan a ti y a tu comunidad, así como también te permitirán crear una conciencia social más completa y critica, algo que hoy en día es tan necesario en medio del clima político tan álgido que presenta nuestro país.

En caso de estar consciente de esta necesidad, deberás prepararte, y una de las mejores formas, es estudiar una carrera universitaria, sea en ciencias naturales, o sociales o exactas, elige tu camino, sí buscas crear tu propio criterio, con mejores herramientas, y elementos que te permitan, no ser presa fácil de “movimientos” engañosos o falsas “esperanzas” con promesas vacías de un México transformado, estudia, esfuérzate, pregunta y no te conformes con lo fácil, no dudes nunca que aquello que vale la pena, también vale es esfuerzo.